Agustín P.O no pudo describir lo que pasó, pero
Raúl M.B sí, entre terribles espasmos musculares y dolores, incluso
después de haber sido sedado, describió con la lucidez que la
situación requería, un exorcismo que había salido mal.
Según Raúl M.B, Agustín había requerido sus
servicios para hacer un exorcismo en su propia persona, Raúl
accedió, aunque él sólo quería el dinero de Agustín " no
creo en esa mierda hijos de puta!!!" gritaba, pero recordaba
entre alaridos que todo había salido mal, que le perseguían hordas
de muertos, que querían llevarse su alma por haber participado en
diversos exorcismos sin capacidad.
Al parecer queda un residuo cada vez que se
practica algún arte místico, el suficiente para que lo que sea que
haya dentro de la parte de realidad que contactemos, pueda intentar un
ataque a nuestra realidad, paralela a la suya, según el psicólogo
historiador Rufus P' Rej.
Agustín "de repente comenzó a sudar sangre
por todos los poros de su cuerpo, unos espasmos retorcían sus miembros,
sonaban como si se estuviera resquebrajando una mesa de madera, hacía
imposible la visión de su cuerpo retorciéndose y girando contra
natura, a la vez que sonaba aquel increíble sonido, de huesos y
cuerpo quebrándose, de ver una persona que entre alaridos, devolvía
sangre y expulsaba tropezones de quién sabe qué" decía Rosa G.H
médico que atendió este extraño caso.
Cuando a las tres horas logramos que se
estabilizara, con unos niveles de tranquilizantes en su cuerpo como
para parar a siete elefantes, logró contar con una tranquilidad que
asombraba, después del "numerito" cómo le había pasado
lo mismo a Agustín.
Por lo visto, habían hablado con una entidad, o
un ente, que quería poseer un cuerpo para vivir en nuestra realidad,
Agustín le había comentado a Raúl que "la cosa" le había
indicado que quería que Raúl le hiciera un exorcismo.
Así fue como Agustín comunicó a Raúl lo que
debería de hacer, que era, con un poco de agua bendita, que nunca
bendijo, ni seguramente valdría para nada, aunque tenía que recitar
el padre nuestro y los pasajes de exorcismo válidos por la iglesia,
como si fuera aquello justo lo que pudiera liberar a "la cosa",
que posibilitó que Raúl después de hacer lo dicho viera de repente a
"la cosa" entrar dentro de Agustín, en tanto que se
consumía entre un silencio increíble, mientras relataba los mismos
síntomas que él mismo acababa de sufrir en el hospital.
Una vez que dijo esto, se elevó en el centro de
la habitación, se retorció hasta parecer una pelota, se hinchó y
calló en el suelo sin vida y como si fuera un trapo, como si todo su
cuerpo estuviera roto, como trizas, pero sin estar hecho pedazos,
decía Rosa G.H pálida, sin respuestas y con un susto en el cuerpo
que seguramente le durará toda la vida.
"Nunca había visto algo así, si me hubieran
contado jamás hubiese creído lo que pude ver con mis ojos y oír
con mis oídos, es incluso peor saber que nadie tiene una explicación
para lo ocurrido, encima quieren ocultar cosas así, jamás podré
olvidar lo que vi..." Sentenciaba Rosa.
Ninguna autoridad ha querido dar ninguna
información al respecto, ni por qué los cadáveres de Agustín y Raúl
estaban como si les hubieran partido todos los huesos de su cuerpo, o
por qué todo el equipo médico ha tenido que pedir una baja por
enfermedad, o por qué ni siquiera la policía, ha querido investigar
nada que tenga relación con este escalofriante suceso en Valencia.
Una vez más, ¿quién está interesado en tapar
este tipo de noticias?
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