Hace milenios, cuando el ser humano era una de las especies raras del planeta, con ancestros comunes a otras especies terrestres mamífero humanoides, se podía convivir con múltiples ejemplos de la evolución, seres que vivían y se adaptaban a un medio hostil en un cambio general constante.
Cuentan las historias perdidas en el tiempo, el cómo algunos seres dejaron rastros en pinturas rupestres de aquello que querían recordar, para contar a las siguientes generaciones, ya fuera por adquirir conocimientos o reconocer mediante el relato, aquellos sucesos que permanecían en sus memorias.
Decían los mitos, que en la gran hambruna, cuando el mundo oscureció y parecía que toda vida animal y vegetal había sido exterminada, que sólo les había quedado a los que sobrevivieron al desastre el recurso del mar.
Diferentes relatos contaban de diferentes formas el cómo llegaron los homínidos a formar una especie de simbiosis con otros mamíferos acuáticos, como sirénidos, de la familia de los pinnípedos como focas, lobos marinos, morsas, manatíes o delfines, que aunque nadie ha explicado nunca el cómo se pudieron relacionar los diferentes mamíferos, queda claro hoy en día que estas relaciones no solamente se repiten, además pueden ser documentadas porque son probables y tangibles.
Mamíferos que cooperan en la pesca, o ayudaban a algún náufrago era algo tan habitual como que un cánido o felino, cooperen para obtener un beneficio conjunto y no me refiero a mostrar a un precioso y magnifico animal en un circo, o zoológico, tan animal como lo pudiera ser un hombre, homínido venido a menos por su sempiterna y errónea creencia de ser siempre el centro de todo, el fin de todo, o la creación absoluta.
Los relatos sobre sirenas son bien conocidos por cualquier marino, o en cualquier zona pesquera, seres que habían reclamado a veces personas, otras veces las habían devuelto sanas y a salvo de un naufragio en medio del océano.
El peligro de extinción de múltiples especies terrestres son poco conocidas, hasta que casi extinta y con suerte, se logra poner a la vista de cualquiera la necesidad de conservar todo organismo terrestre, por su valor incalculable para con el resto de seres y organismos del planeta.
Pero desde que los intereses comerciales o secretos gubernamentales o militares adquieren un poder descomunal, a la hora de poder ocultar, mentir o engañar sobre el tema que quieran.
No sería la primera vez que el gobierno, cuando no los militares y cuando no las multinacionales hacen desaparecer un hallazgo maravilloso, que por su interés público, no solamente se debería de informar a la sociedad de tal descubrimiento, además, se debería de proteger cualquier especie en peligro de extinción, al igual que se protege a cualquier ser en peligro de extinción dando a conocer la situación penosa por la que atraviese.
Teniendo en cuenta, que quien tiene el poder manda, deberíamos de preguntarnos ¿de qué nos vale que determinadas empresas o los militares adquieran métodos de guerra que perjudican siempre a todos los demás?.
Desde el año 2007 se puede constatar que se han ido desarrollando pruebas de sonar muy dañinas en los cinco continentes, Estados Unidos, Europa, China, Rusia y algún que otro país más han llenado los mares con su sonido y sus playas de cetáceos varados.
Teniendo en cuenta que los primeros sonar fueron diseñados(patentados) en los principios del siglo 20 (1900) aunque pongo la mano en el fuego, que algún que otro llamado "loco" seguro había interpretado y constatado tal hecho de un modo científico con anterioridad.
Lo malo de los humanos es obvio, suponemos que creamos cuando estamos destruyendo. Y desde que se creó el sonar muchos mamíferos han muerto, pero últimamente más.
Y así será hasta que empiecen a ser cada vez menos, no porque se resuelva el problema, más bien porque se habrán extinto los cetáceos.
En los últimos años, diferentes hallazgos de cetáceos varados en playas (ballenas, orcas, cachalotes, narvales, también delfines..) con diferentes daños y destrozos, tanto en sus oídos, o bullas auditivas y timpánica, como además, presentar graves daños en grandes zonas de su cerebro.
Lo militar o gubernamental al principio reconocieron que en diversas pruebas marinas con sonar, sabían que habían provocado el daño a los cetáceos por su inmediato y extraño comportamiento, posterior a las pruebas, como ataques a barcos y submarinos o ascender de grandes profundidades a una velocidad inusual y terriblemente mortal para el mamífero.
Las últimas pruebas en los últimos años con sonar (más potentes y a grandes distancias y profundidades) hicieron que en diversos lugares (costas del pacífico y mediterráneo) se encontraran restos de sirénidos, más comúnmente conocidos como sirenas.
Tanto el gobierno como los militares recogen las pruebas y preguntan, ¿qué pruebas?.
Una vez más los gobiernos y los militares, dan carpetazo al descubrimiento científico más importante desde que el hombre, se distanció de aquellos seres que evolucionaron en el mismo planeta de un modo diferente.
Se oculta de mala manera el cómo cientos de seres desaparecen, esperando que el supuesto animal dominante logre algún día, controlar sus más bajos instintos, nuestra estúpida ignorancia y vanidad y egocentrismo, que nos aparta a diario de las desgracias que sufren otros seres en el planeta, incluyendo sobre todo a los llamados ególatras-animales-persona, aquellos que dicen ser capaces de considerarse humanos.
¿Cómo tratan los supuestos humanos a otros humanos?, pues imagina cómo se debe de tratar a todo aquello que es considerado inferior por alguien en quien debe de quedar tu vida en sus manos.
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